No sé
no sé en que instante
desliza el poema
en versos encantados.
ni sé en cual aurora
se pierde ya la noche
en estrellas de voces
ansiosas de encontrarte.
Despierto
entre tus sueños
en aquietadas olas
del mar de tu mirada.
Ante nosotros
se edificaba el imperio de los deseos
tantos y tantos anhelos que robaban nuestras noches
hasta convertirlas en un sólo aliento.
Pero allí estábamos,
al pie de las caricias
y fuí en tus ojos el placer de sudores
en humedecidas estrellas
ruborizando a la noche.
Fuí tuya,
con el desespero de lejanos abandonos
y bebí de tu aliento cada uno de tus besos
apresados en mi cuerpo.
Y fuí gaviota en tu vientre
pincelando fantasías
en la cavidad de tus volcanes
inventando mil formas
de amar sin medida.
Sí...
En mis senos esculpiste tus besos
y bebiste con tus labios néctar de rosas,
y en el torrente apasionado
de veredas que mis manos recorrían
develaron poco apoco
un oasis encendido sin misterios.
Alma Cervantes
Entradas
3 comentarios:
muy bonito y visula,sinceramente gracias.
Alma,
Esta noche la flor de la melancolia deshoja petalos colorido ardor para dar paso a al deseo y la añoranza de sentimientos que como mariposas agitan sus alas sobre tu vientre...a lo lejos, a lo lejos se le oye el aullido.......Seduccion.
Bello,
Almathea
Como siempre un placer leer con tanta delicadeza y excitacion lo bello de dos cuerpos demostrandose el deseo de amar..
Publicar un comentario