sábado, 27 de septiembre de 2008

OTOÑO EN MIS RECUERDOS




"Cuando la añoranza juega con los versos
y se convierte en verdad del alma"


Oro de amor cubriendo aquél atardecer
que en despedidas musitaban las mentiras
inquietas y sombrías soledades,
ocultando palabras recelosas
cuando ya no quedan las huellas
escritas por amores,
cuando la sombra de la indiferencia
hace estragos en el alma
hasta caer desvanecidas
por la ausencia.


Te conocí en el Otoño aquél
de mis noches solitarias
ésas que fueron tejiendo el paraíso
cuando nada dolía
cuando el amor se vestía con sus mejores galas
para regalarnos el sabor
de aquellos sueños que formaban parte de nuestro mundo.


Cada espacio en donde tus versos hacían eco
era arropado por otro verso nacido de mi alma
y en trozos de ilusiones cubiertas en verdades
aquél imperio que juntos construimos
tenía que ser, amor...usurpado en soledades.


No, no fue tu amor el culpable del inminente adiós
que nos hundía
hasta ir desgajando las luces que poco a poco
fueron convirtiéndose en sombras
opacando este lazo que era tan eterno.


Inolvidable ilusión temerosa de perderte
fueron celos de versos...que ahogaban el olvido
fue amor, tal vez la ausencia la que se volvió cómplice de anhelos
e impotentes desvelos aferrados a esa voz que se perdía
-en tinieblas de otros besos-


Me nombro culpable de amarte
pero no jamás del daño que a este corazón derrotado
ha quedado hoy por la indiferencia.

Que mentí, por amor...¡Dulce mentira!

Y si aquella estrella que un día el cielo envidiaba
no brillara en estas noches hoy
(de Otoño)
enjugará el recuerdo una lágrima
y pediré perdón
- si el mismo cielo me llamara-


Si ya no vuelven mis ojos a mirarte
y si ya mis labios a tus labios no besaran
me nombraré culpable aún más por adorarte
y será mi castigo si a tu alma el olvido se asomara.

©Alma Cervantes

1 comentario:

quinto pretoriano dijo...

Maravilloso poema, en el que aprecio una tremenda nostalgia, un encuentro con el desamor, de un amor, que como las hojas de los árboles, muere en otoño; si no es así corrigeme, pues yo lo siento de esa manera. Yo como contrapartida te envío este otro poema de un paisano tuyo. Que tendréis los mexicanos que exhalais poesía, por todos los poros de vuestro cuerpo:

OTOÑO (Octavio PAZ)

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario.

Acompaño a este poema otro de alguien que inspiro grandemente a OctavioPaz, un paisano mío, el poeta español Antonio Machado:

AMANECER DE OTOÑO (Antonio MACHADO):

Una larga carretera
entre grises peñascales,
y alguna humilde pradera
donde pacen negros toros. Zarzas, malezas,jarales.

Está la tierra mojada
por las gotas del rocío,
y la alameda dorada,
hacia la curva del río.
Tras los montes de violeta
quebrado el primer albor:
a la espalda la escopeta,
entre sus galgos agudos, caminando un cazador.

Espero que te hayan gustado. Ah! No puedo despedirme sin antes decirte que acompañas al poema con un maravilloso montaje fotografico. Lo haces habitualmente con la misma sensibilidad que tienes con tus poesías. Un abrazo ESTEBAN

Seguidores